La comunicación efectiva en presentaciones no solo depende de lo que dices, sino de cómo lo muestras. Aquí entra en juego el storytelling visual, una herramienta poderosa para captar y mantener la atención de tu audiencia.

¿Por qué es importante?

Los seres humanos somos naturalmente visuales. Nuestro cerebro procesa las imágenes 60,000 veces más rápido que el texto y, después de tres días, recordamos el 65% de la información visual frente al 10% de la textual.

Claves para un buen storytelling visual:

1. Simplifica tus diapositivas: Una imagen vale más que mil palabras, pero asegúrate de que sea una imagen clara y relevante. Evita el exceso de texto y utiliza gráficos o fotos que complementen tu mensaje. ¿Qué tipo de gráfico representa mejor esos datos sobre los que quieres hablar?

2. Crea una narrativa visual: Cada diapositiva debe contar una parte relevante de tu historia. Piensa en cada una como un fotograma de una película. ¿Qué emoción quieres evocar? ¿Qué acción deseas inspirar?

3. Usa la psicología del color: Los colores transmiten emociones. Usa tonos cálidos para llamar a la acción y fríos para información analítica. La coherencia cromática también ayuda a reforzar tu marca.

4. Incorpora elementos multimedia: Videos y animaciones pueden hacer tu presentación más dinámica y mantener el interés del público. Solo asegúrate de que no sean distracciones, sino complementos de tu narrativa. Sé tacaño con las animaciones, úsalas con coherencia.

5. Diseño limpio y profesional: Menos es más. Un diseño sencillo y profesional transmite confianza y claridad. No sobrecargues tus diapositivas con elementos innecesarios.

Recuerda, el objetivo es que tu audiencia no solo escuche, sino que vea y sienta tu mensaje. Practica el storytelling visual y mira cómo tus presentaciones se transforman en experiencias memorables.